ESTRUCTURA AMORFA: cuando las partículas se sitúan en el espacio de forma desordenada
En cristalografía, rama de la física de los sólidos, tradicionalmente se distinguen dos tipos de estructura: amorfa y cristalina. La estructura amorfa, de la que el vidrio es un ejemplo habitual, se presenta como un amontonamiento caótico de subestructuras idénticas. La estructura cristalina se presenta en forma de repetición de subestructuras estrictamente periódicas, en las que domina el paralelismo; el cuarzo es el ejemplo más habitual.
Por otra parte, en los cristales se distingue un orden a larga distancia, con una organización rigurosamente periódica de las subestructuras, en tanto que en las estructuras amorfas, las subestructuras siguen líneas quebradas al azar y el orden sólo se discierne a corta distancia.
En la difracción también se refleja esta diferencia; la imagen que produce un haz de partículas -fotones, electrones, neutrones- que incide en un cristal amorfo conlleva un punto de impacto central, que corresponde a las partículas no desviadas, rodeado de anillos que corresponden a las distancias medias que son las más frecuente
Los materiales de la fase amorfa (sustancias pépticas, hemicelulosas y proteínas) son transportados por orgánulos celulares denominados dictiosomas. tres entre los átomos.
Fase amorfa. Formada por hemicelulosas, polisacáridos no celulósicos [xilana, glucana, galactana, manana, fructana], compuestos pépticos y glucoproteínas. Puede lignificarse.
El análisis de difracción de rayos X revela una estructura amorfa, conteniendo trazas de níquel. La microscopia electrónica de barrido muestra escasos sitios cristalinos con tendencia a un arreglo hexagonal
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